Hoy se cumplen treinta años del accidente fatal mas bizarro que yo recuerde, y del que haya visto imágenes.
El 5 de Marzo de 1977, durante la vuelta 22 del Gran Premio de Sudáfrica de Fórmula Uno, el Shadow de Renzo Zorzi se detuvo en la recta principal del circuito. Hubo un principio de incendio en la máquina del italiano, lo que motivó que cruzaran la pista dos bomberos portando matafuegos.
A su vez, por la recta avanzaban a plena velocidad varios autos, entre estos el compañero de equipo de Zorzi, el galés Tom Pryce, quien por los desniveles de la pista no vió a tiempo a los bomberos que cruzaban.
Uno de los dos bomberos, Jansen Van Vuuren de 18 años, fue atropellado por el Shadow de Pryce aproximadamente a 260 Km/h, con tan mala fortuna que el matafuegos que portaba le impactó en la cabeza al galés, destrozándosela y causándole la muerte en el acto.
El Shadow siguió su marcha con el piloto muerto en su interior, impactando al Ligier de Jacques Laffite al llegar a la primera curva. Ambos autos terminaron contra el paredón.
Thomas Maldwyn Pryce forma parte de lo que los británicos llaman "La generación perdida" junto con Tony Brise (muerto en un accidente de aviación en 1975) y Roger Williamson (fallecido durante el Gran Premio de Holanda de 1973), de pilotos que hubiesen podido ser campeones del mundo.